martes, 3 de enero de 2017

Lesión de un jugador de balonmano (fractura de cúbito y radio)

Lesión de un jugador de balonmano (fractura de cúbito y radio)



La fractura diafisaria de cubito y / o de radio es aquella que afecta a uno o los dos huesos en la zona en la que forman el antebrazo.la forma más frecuente de producirse este tipo de fracturas, es de forma indirecta, esto es en una caída en la que te apoyas sobre la muñeca o sobre la mano.
En ocasiones, además de la fractura existe la luxación de uno de los dos huesos a nivel de la muñeca o a nivel del codo, siendo este tipo de lesiones más graves.
Esta fractura a menudo se averigua junto a otras lesiones: distorsión o luxación de la muñeca o el codo, fractura de Colles u otras lesiones óseas de la mano, de la muñeca o del antebrazo.

¿Cómo se diagnostica?
Las fracturas de radio y cúbito pueden clasificarse de acuerdo a la localización de la fractura. Las fracturas de la diáfisis pueden ubicarse en tercio distal, medio y proximal. Las lesiones sobre el cartílago de crecimiento pueden ser en la articulación proximal o en la distal. Otras fracturas combinadas también se clasifican de acuerdo al tipo de fractura: deformidad plástica, en torsión, en abombamiento de la metáfisis, en rama verde, completas y a menudo con desplazamiento.
 La fractura luxación de Galeazzi consiste en una fractura de la diáfisis del radio acompañada de una luxación radiocubital distal. (figura1).

(figura1)

El diagnóstico clínico se hace con la presencia de edema, deformidad y dolor. La piel se inspecciona cuidadosamente para detectar exposición, se realiza una exploración vascular y neurológica para descartar síndrome compartimental y se examinan las articulaciones proximal y distal. El estudio radiográfico se realiza con radiografías en AP y lateral del antebrazo, incluyendo las articulaciones proximal y distal y en ocasiones comparativas de la extremidad contralateral.

Tratamiento:
El método preferido para la mayoría de las fracturas de antebrazo y muñeca (tratamiento conservador), incluyendo las desplazadas, es reducción cerrada con inmovilización en un yeso braquipalmar por un periodo de tiempo variable dependiendo de la edad del niño o adulto. En las del tercio distal, el antebrazo debe ser inmovilizado en pronación, las de tercio medio en una posición neutral y las de tercio proximal en supinación.

 Resultado de imagen de brazo enyesado
Lo extenso de la fractura, el tipo de deformidad y la edad del paciente determinará qué lesión puede ser reducida con sedación, cuál con anestesia local y cuál bajo anestesia general. Es conveniente contar con un intensificador de imágenes para valorar la reducción y alineación.
Si el paciente es adolescente, la tolerancia sólo debe ser hasta 10°. Las angulaciones en el plano frontal y las rotaciones deben corregirse ya que no remodelarán en forma espontánea. El seguimiento debe realizarse cuidadosamente con controles semanales durante las primeras tres semanas para detectar pérdidas en la reducción o nuevos desplazamientos antes de que ocurra la consolidación.
Según la literatura mundial, el tratamiento cerrado de las fracturas de antebrazo tiene de 7 a 32% de falla, requiriendo tratamiento quirúrgico.
El tratamiento quirúrgico está indicado en fracturas expuestas, fracturas inestables, deformidades angulares inaceptables, en redesplazamientos, en fracturas irreductibles a causa de interposición de tejidos blandos, en múltiples refracturas que ocurren en un periodo corto en consolidación viciosa y cuando están acompañadas de múltiples traumas y daños complejos.
Para las fracturas diafisarias de antebrazo, como primera elección se usan los clavos intramedulares flexibles o de Steinmann predoblados. Debe iniciarse con la fractura más desplazada, que por lo general se asienta en el radio, el clavo se introduce en forma retrógrada por la parte lateral de la metáfisis, aproximadamente 2 cm proximal a la fisis. En el cúbito el clavo se introduce en forma anterógrada en la superficie dorsolateral a 2 cm distal a la fisis proximal.
Si la reducción cerrada del radio o el cúbito es difícil, es mejor realizar una pequeña incisión sobre el foco de fractura para facilitar el paso de los clavos y la reducción. Otra manera de colocar los clavos percutáneos es transfisialmente a través de la estiloides o el tubérculo de Lister del radio y a través del olécranon del cúbito. También se puede realizar una operación para poner placas correctoras a ambos huesos con clavos como en la siguiente imagen.



Rehabilitación:
Los baños de contraste de agua fría o con hielos y de agua caliente o templada son utilizados en la rehabilitación de lesiones, y son una herramienta muy útil para mejorar la recuperación de fracturas tras la inmovilización con vendajes o escayolas.
  • En cuanto al masaje: Masaje diario. Va a ayudar a mejorar el riego sanguíneo, ablandar los tejidos y prepararlos para el ejercicio disminuyendo además el dolor.
El auto-masaje es una herramienta fundamental para la auto-gestión de la propia salud. Podemos realizar auto-masajes para soltar tensión muscular y sentirnos mejor sobretodo en la parte del antebrazo donde se encuentra la lesión.
  • Movilización de las articulaciones - Para recuperar la correcta movilidad de cada articulación.
  • Masaje de cicatrices. Importante en el caso de fracturas operadas para despegar y soltar la cicatriz evitando las adherencias y fibrosis (masaje CYRIAX).


Complicaciones:
Las complicaciones potenciales de las fracturas de antebrazo (cúbito y radio) incluyen síndrome compartimental, mala unión, no unión, refractura, lesión de arteria o nervio, atrapamiento de músculos y tendones, distrofia del simpático refleja e infección.

Objetivos:
Para el tratamiento durante la inmovilización realizaremos ejercicios para mantener el tropismo muscular y la movilidad de las articulaciones que no están inmovilizadas, como el hombro, columna cervicodorsal y dedos. Tras la inmovilización haremos ejercicios activos progresivos de muñeca y codo en flexoextensión, con resistencia progresiva. No haremos pronosupinación antes de la 8ª semana. También se incluirán ejercicios funcionales destinados a reintegrar el antebrazo en la vida diaria, y nos apoyaremos para ello de nuevo en la terapia ocupacional.

Bibliografía:

Rotura del tendón rotuliano- Tarabini Ayelen


Cuando el tendón rotuliano se rompe lo hace frecuentemente de forma completa y brusca. Lo más frecuente es que el paciente note un dolor fuerte y agudo. A veces se escucha el desgarro del tendón. A partir de ese momento no se puede ni caminar. En pacientes veteranos es más común la Rotura del Tendón del Cuadriceps, es decir una rotura del aparato Extensor por encima de la rótula.
Resultado de imagen de tarabini ayelenMuchos de los deportistas que sufren esta grave lesión no tenían molestias en el tendón previamente. La mayoría hacen deporte los fines de semana o esporádicamente, pero no realizan un programa de fortalecimiento y estiramientos que previene en cierto modo esta patología. Es una lesión poco frecuente pero puede verse en fútbol, baloncesto, balonmano, squash, o saltos.
Se ha evidenciado degeneración del tejido del tendón como factor fundamental que favorece la lesión. El término para denominar esta degeneración es tendinosis.
Un traumatólogo con experiencia puede diagnosticar la rotura simplemente con la historia que relata el paciente y la exploración física, donde puede notarse un ascenso de la rótula. Aún así se hace rutinariamente ecografía o resonancia magnética para conocer exactamente cómo está el tendón roto.
El tratamiento quirúrgico es el más satisfactorio. En casos de pacientes con muchos riesgos que contraindiquen que el paciente pase por el quirófano el tratamiento consiste en la inmovilización (unas 6 semanas) y posterior rehabilitación de la fuerza.
La gran mayoría de los pacientes son operados. La reparación abierta es la técnica que ofrece unos mejores resultados de cara a la vuelta al nivel previo de ejercicio. Casi siempre la rotura se encuentra muy próxima al hueso de modo que se hace una reparación a ese nivel, reanclando el tendón al polo inferior de la rótula, y reforzando de diferentes maneras esa zona. En algunos enfermos con gran degeneración o desestructuración puede ser necesario utilizar injertos o plastias con algún tendón próximo como el semitendinoso.
La rodilla se inmoviliza unas semanas y posteriormente la rehabilitación es fundamental para conseguir un buen resultado.
Entre las complicaciones existen las postoperatorias (infección, trombosis, dehiscencia herida) y las tardías (reruptura, pérdida de fuerza o limitación de la flexión de la rodilla).
Existen algunos casos en los que la rotura no se detectó o trató adecuadamente inicialmente, les llamamos roturas crónicas, y la técnica quirúrgica es similar, siendo necesario en este caso con más frecuencia el uso de injertos o plastias con tendones adyacentes.
Después de la cirugía
Inmediatamente después de la cirugía, su médico probablemente poner su pierna en un aparato ortopédico especializado o yeso. En las 2 semanas después de la cirugía, los ejercicios se pueden prescribir, como mover el tobillo hacia atrás y adelante para estimular la circulación de la pierna y ayudar a prevenir los coágulos de sangre. De pie con muletas con su dedo del pie tocando el suelo le ayudará poco a poco se acostumbra a poner más peso sobre la pierna. Después de 6 semanas, debe ser capaz de poner todo su peso sobre la pierna. Su fisioterapeuta puede recomendar ejercicios que implican apriete los cuádriceps e isquiotibiales para comenzar el fortalecimiento sin mover la rodilla.

Moción Temprana
Después de la cirugía, su médico puede recomendar un plan de tratamiento "a principios de movimiento", lo que permite ejercicios de movimiento con mayor rapidez que las primeras 6 semanas después de la cirugía. Los ejercicios incluyen tirando el pie un poco hacia atrás mientras está sentado para estirar la parte frontal de la rodilla o levantar la pierna para enderezar la rodilla.

De seis a 12 semanas después de la cirugía
Si su médico recomienda un enfoque tradicional a la rehabilitación, que puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos isquiotibiales y los cuádriceps y para mejorar el movimiento de la rodilla, a partir de las 6 semanas después de la cirugía. Esto puede incluir la pierna recta plantea, donde usted se sienta en el suelo y levante lentamente la pierna del suelo. Su fisioterapeuta también puede recomendar ejercicios de entrenamiento de la marcha para ayudarle a comenzar a caminar sobre la pierna afectada. Es posible que aún tenga que usar una rodillera o mantener la rodilla inmovilizada durante un periodo de tiempo para mantener la articulación estable, sobre todo cuando se empieza a caminar.

12 semanas y más allá
Después de haber llegado a la marca de los 3 meses después de la cirugía, su fisioterapeuta puede recomendar ejercicios que mejoran el equilibrio. Por ejemplo, usted puede estar de pie sobre una pierna sobre una almohada mientras se mantiene el equilibrio. Fortalecimiento del cuádriceps ejercicios como sentadillas y las estocadas también se puede recomendar.


Pau Gasol - Fascitis plantar

FASCITIS PLANTAR
En la fascitis plantar se inflama el tejido conectivo grueso que está en la planta del pie y que se fija al talón (aponeurosis o fascia plantar).

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ANÁLISIS

 El entreno inadecuado, la sobrecarga, variaciones anatómicas en los pies, pronación exagerada,  pies planos, planta del pie arqueada y rígida (pies cavos), un tendón de Aquiles corto, personas que tiene limitada la flexión del tobillo, un calzado inadecuado (suela demasiado rígida o demasiado blanda, desgaste excesivo del talón), correr sobre las puntas de los pies, también los descensos pueden favorecer la fascitis, sobretodo en  atletas con desequilibrios biomecánicos en extremidades inferiores que nos obligan a mal apoyo, la diferencia de longitud (dismetría) de las extremidades inferiores, tibias curvadas, caderas en anterversión.

La fascitis plantar ocurre cuando sometemos a estrés repetido a nuestro talón, sobretodo cuando corremos sobre terrenos o superficies duras, porque provocan un continuo golpeteo sobre el mismo, llevando a lo que llamamos médicamente micro traumatismos, que provocaran una inflamación  en el talón y posteriormente al dolor.

El dolor lo reproducimos si nos tocamos el talón en su parte anterior y seguimos el recorrido de la fascia, por la planta del pie, aumentando con la flexión de los dedos del pie.

PREVENCIÓN

Lo más importante para nosotros, será prevenir esta lesión, ya que es relativamente fácil y no nos ocupará mucho tiempo, lo haremos incorporando unos ejercicios fáciles de estiramientos.

CALENTAMIENTO Y ESTIRAMIENTOS: Antes de cada entrenamiento, deberíamos  rodar suave de 5 a 10 minutos, y después del entreno procederemos a realizar además de los estiramientos habituales, los específicos de la planta del pie, para disminuir la probabilidad de lesión en la fascia del pie y las músculo tendinosas.

  EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO

 Si tenemos molestias en la planta del pie, se harán los estiramientos antes, después del entreno y antes de acostarnos. Se realizaran durante 15’’, aumentando 5’’ cada día hasta llegar a 1 minuto cada uno.

ELECCIÓN DE ZAPATILLAS

La elección de la zapatilla adecuada, es imprescindible para la prevención de la fascitis plantar en atletas.

- Confortable.

- Tamaño adecuado, los pies no son necesariamente simétricos.

- Comprarlos al final del día, ya que es cuando tenemos la talla máscorrespondida con la de los entrenos y carreras.

- Probarlos siempre, aunque sea el mismo modelo, puede variar aunque sea mínimamente el tamaño.

- Suela amortiguadora , estabilizadora y flexible.

- Talón que recoja el tobillo.

-  Elevación de la parte posterior que proteja el tendón de Aquiles.

En tiendas especializadas de corredores, encontraremos el asesoramiento adecuado para la correcta elección de la zapatilla, ya que en muchas de ellas son atletas expertos los que nos asesoran sobre la más adecuada.

En el calzado de diario,  no utilizar tacones de más de 3.8cm en chicas y evitar los zapatos desprovistos de cordones.


TRATAMIENTO

Si bien, no existe evidencia de la efectividad de un tratamiento determinado para la fascitis plantar, sí disponemos de unas recomendaciones que en muchos casos pueden llevar a la curación de la misma. Entre ellas está la corrección de los errores del entrenamiento.

Para curarse con rapidez y sin recaídas, hay que identificar lo antes posible la lesión y empezar a evitar el gesto doloroso que la provoca, ya que una vez instaurada la misma, para curarse definitivamente podemos tardar de 8 a 18 meses

Con el comienzo  de las molestias,  el hielo, ultrasonidos, masaje de fricción, estimulación eléctrica muscular, son los tratamientos de elección, si respondemos a uno de ellos, seguiremos utilizándolo hasta la curación de la lesión.

 En fase aguda del dolor, utilizaremos el HIELO, que  se aplica en bolsas de hielo-gel o de forma casera como  bolsas de guisantes congelados, haremos un masaje sobre la zona durante 10’ a 20’, no más de 30’ y 3 o 4 veces al día. Con esto evitaremos la inflamación. La utilización repetida de hielo o crioterapia es el tratamiento más eficaz. El frío limita el dolor, la hinchazón, el hematoma y la inflamación.

Los ULTRASONIDOS CONTINUOS (5-10W/cm) durante 5’ al día, se utilizará en la fase post aguda de la lesión. (A las 48h de la misma). Los efectos de los ultrasonidos (reducción del dolor, aumento del riego sanguíneo, aumento del metabolismo y reducción del espasmo muscular) ayudan en el tratamiento de la lesión, y dan un buen resultado en atletas.

El MASAJE PROFUNDO, en pequeños movimientos circulares sobre el área afectada, harán que se reabsorba el edema y se reduzca el espasmo muscular. Se hará diariamente y durante 5-10’, hasta que los síntomas desaparezcan.

La COMBINACIÓN DE ULTRASONIDOS CON ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA puede ser efectiva, el ultrasonido actúa sobre los tejidos profundos y la estimulación muscular aumenta la flexibilidad  de la planta del pie.

ONDAS DE CHOQUE EXTRACORPÓREAS, puede ayudar a curar la fascitis en corredores con dolor plantar de más de un año de evolución, con dolor crónico en la zona del talón. Existen autores que la recomiendan, pero su efectividad está en estudio.

ACUPUNTURA, recomendada por algunos autores.

 EL TAPING (vendaje con tiras de esparadrapo adhesivo) puede ayudar a calmar el dolor. Un vendaje tipo Taping limitará la tensión sobre la fascia plantar. También es útil cuando ha habido una ruptura de la aponeurosis, y para atenuar o eliminar las inflamaciones de esta aponeurosis.

ORTOPEDIA: En dolor agudo, se pueden utilizar plantillas de absorción de impactos, plantillas de descarga,  plantillas personalizadas con estudios biomecánicos previos para corregir el varo-valgo del pie.

INFILTRACIONES DE ESTEROIDES: Pueden aliviarnos el dolor, pero no curarnos, si no se corrige el desorden Biomecánico que la provoca no nos solucionará el problema. Además se realizarán con precaución ya que pueden desencadenar una ruptura de la fascia o atrofia de la misma, así como una osteomielitis del calcáneo y lesión del nervio lateral plantar, entre otros.


  ANTIINFLAMATORIOS

Iker Casillas- Fractura de Monteggia

FRACTURA DE MONTEGGIA
La fractura de Monteggia es un conjunto de lesiones traumáticas que determinan luxación radio a nivel de la cúpula radial y fractura del cubito a niveles variables. Esta fractura suele ser el resultado de un movimiento de pronación forzada. El radio se desplaza contra el cúbito fracturándolo. En algunas ocasiones, se puede luxar la cabeza del radio sin lesionar el cúbito. Este tipo de fracturas constituye aproximadamente el 5% de todas las fracturas de los brazos de los antebrazos y suelen ser clínica y radiológicamente evidentes.
 Imagen relacionadaResultado de imagen de fractura de monteggia
DIAGNÓSTICO
Se han descrito cuatro tipos de fracturas:
-Tipo I- Fractura del tercio proximal o medio del cúbito con angulación anterior de los fragmentos fracturarios y luxación anterior de la cúpula radial.
-Tipo II- Fractura del tercio proximal o medio del cúbito con angulación posterior de los fragmentos fracturarios y luxación posterior o posterolateral de la cúpula radial.
-Tipo III- Fractura metafisiaria del cúbito con dislocación lateral o anterolateral de la cúpula radial.
-Tipo IV- Fractura del tercio proximal o medio del cúbito y el radio con luxación anterior de la cúpula radial.
Dependiendo del tipo de fractura y de su extensión, el paciente puede mostrar hinchazón y deformación del codo, parestesias o tumefacción. Algunos pacientes no muestran mucho dolor en reposo, pero no pueden flexionar el codo ni girar el brazo sin sentir un intenso dolor. El diagnóstico diferencial incluye:
     La luxación congénita de la cabeza del radio caracterizado por una cabeza grande, excéntrica y ligeramente irregular con una longitud del radio excesivo. Suele ser bilateral.
     Las luxaciones traumáticas que pueden ser agudas o crónicas.
     Las condiciones patológicas que provocan una luxación de la cabeza del radio suelen descubrirse accidentalmente.
Las complicaciones más frecuentes de la fractura de Monteggia son las neuropraxias, volviendo la función a la normalidad en un plazo de 1 a 3 meses. Si la función nerviosa no se recuperase en este tiempo, puede estar indicada una exploración quirúrgica.

TRATAMIENTO
Casi todas las fracturas de Monteggia pueden tratarse con métodos cerrados. Si las maniobras recomendadas no logran una reducción adecuada puede deberse a una interposición del ligamento anular o de la cápsula, y una reducción abierta puede ser necesaria.
En las reducciones abiertas se utilizan las fijaciones de Monteggia con placas de 6 a 8 agujeros atornilladas al cúbito.
Para las fracturas de tipo I en los niños se siguen tres pasos: se reduce en primer lugar la fractura de la diáfisis cubital, y una vez reducida ésta la cabeza del radio es igualmente reducida. La flexión del codo de 110-120º disminuye la tensión del bíceps sobre el radio. Mantener la escayola por debajo y por encima del codo
En las fracturas de tipo II, la reducción se consigue mediante tracción longitudinal del codo extendido. Una escayola con el codo en extensión durante 3 semanas es suficiente ya que la fractura cubital es usualmente metafíseal.
En las fracturas de tipo III, el codo es hiperextendido para estabilizar el olécranon Se aplica una tensión valga al olécranon para corregir la fractura. La cabeza del radio a menudo se reduce espontáneamente. Puede ser necesaria una presión local medialmente sobre la cabeza del radio para completar la reducción. Algunos clínicos recomiendan que el codo sea inmovilizado en extensión con una escayola larga con un momento valgo aplicado al cúbito debido a una cierta tendencia del olécranon a volver a deformarse. En general son suficientes 4 semanas para obtener la curación

En las fracturas de tipo IV se requiere usualmente una estabilización quirúrgica. En los niños más jóvenes son suficientes alambres intramedulares, mientras que los más mayores se requieren placas. Se inmoviliza por encima del codo 3 semanas y, por debajo del mismo, 3 a 4 semanas

Samir Ait Said fractura de tibia y peroné





La mayor parte de las fracturas implican la parte proximal (cerca de la rodilla) o distal (cerca del tobillo) de los huesos. Debido a la fina cobertura de piel y de otro tejido sobre la tibia, estas fracturas son a menudo fracturas abiertas, lo que significa que los trozos de hueso roto desgarran la piel.
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Entre las causas que pueden originar esta lesión se encuentran: Una fuerza directa o impacto en los huesos a lo largo de los mismos o en sus extremos. Fuerzas rotacionales o indirectas en los huesos, por ejemplo, a causa de un choque fuerte. Por torsión, especialmente cuando el hueso soporta carga o cuando el pie está fijo.

DIAGNÓSTICO DE LA FRACTURA DE TIBIA Y PERONÉ
El síntoma principal de esta lesión es el fuerte dolor, así como la incapacidad para caminar, soportar peso o mover la pierna. Puede incluso aparecer una deformidad en el lugar de la fractura o ésta puede ser abierta. También podemos encontrar una hinchazón y un exceso de sensibilidad en la zona.
La inestabilidad de la pierna es una de las complicaciones a largo plazo si no se trata la fractura. El daño en los vasos sanguíneos a causa de una fractura causa algunas veces hemorragia interna e hinchazón, así como problemas circulatorios en el pie. La afectación nerviosa puede conllevar problemas serios como pie caído o una pérdida de sensibilidad en la pierna y el pie.
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TRATAMIENTO
Nada más producirse el choque, se deben seguir las siguientes indicaciones: Inmovilizar la pierna inmediatamente. Para concretar el diagnóstico, la radiografía es esencial.
Controlar cualquier hemorragia que pueda presentarse en una fractura abierta.
Buscar atención médica.
La consolidación de los fragmentos es tanto más rápida cuanto más sólida sea la coaptación de los mismos.
Ser conscientes de que el tiempo es el que cura las fracturas.
Si el sujeto es joven, en las fracturas por separación o por aplastamiento con gran desplazamiento es preciso pasar por quirófano. Una de las técnicas más utilizadas en el tratamiento quirúrgico de las fracturas es la osteosíntesis. A través de la implantación de diferentes dispositivos (placas, clavos, tornillos, alambre, agujas...), las fracturas se reducen y se fijan de forma estable. Aunque inicialmente estos implantes estaban  fabricados en acero de grado médico. En los últimos años se han desarrollado técnicas de osteosíntesis mínimamente invasiva que permíten una recuperación más rápida de las fracturas.

DIAGNÓSTICO
Una vez curada la fractura, es necesario reconstruir la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la pierna. Para lograrlo, lo mejor es la realización de ejercicios de amplitud de movimiento y estiramiento, siempre dependiendo de la localización de la fractura y del período de inmovilización requerido. Cuando la fractura haya curado, debe efectuarse una vuelta gradual a la actividad para prevenir la repetición de la lesión. Para el doctor Díez, "si se reduce bien y se le permite curar por completo, una fractura no tiene por qué presentar problemas futuros".

REHABILITACIÓN
Justo después de una lesión en la tibia o el peroné, el médico puede pedirle que se lo tome con calma lo suficiente para que su médula para iniciar la reparación, que puede tomar hasta seis a ocho semanas. Si la pausa necesaria la cirugía, incluso podría ser de hasta 12 semanas para que su médico se lo inicia en un programa de rehabilitación. Según Rebecca Peterson, quien es asistente de terapia física en Pocatello, Idaho y tiene una licenciatura en Ciencias del Ejercicio, lo más probable es que usted va a empezar con el movimiento asistido unas dos veces por semana durante el tiempo de inactividad antes de la rehabilitación para reducir la rigidez.


Flexibilidad Primera

Una vez que lo visite un fisioterapeuta y comenzar a ejercitar la pierna, no se comience con pesas o otra resistencia. La mejora de la flexibilidad y la movilidad sin causar mayor perjuicio es la primera orden del día. Su fisioterapeuta le ayudará con ejercicios manuales, moviendo el tobillo de ida y vuelta con las manos, doblar y estirar la rodilla, flexionando su pantorrilla yestirar su tendón de Aquiles en el proceso. El terapeuta también puede hacer que usted trabaja con un tablero que se tambalea mientras está sentado en una silla, con lo mueve adelante y atrás y de lado a lado con los pies en movimientos lentos y controlados.


Ejercicios para la rehabilitación

Después de que su flexibilidad y movilidad comienza a mejorar, su médico le recomendará que avanza hacia ejercicios de fortalecimiento para la pierna. Su fisioterapeuta empezará a salir con poca o ninguna resistencia, dependiendo de su fuerza en las piernas y lo que puede tolerar. Incluso podría usar bandas de resistencia en lugar del peso. Ejercicios útiles que su terapeuta podría tener que hacer después de una fractura de tibia incluirían sentadillas una pared piernas, levantar las piernas y doblar las piernas, todo ello utilizando la pierna lesionada. Ejercicios después de una fractura de peroné incluyen movimientos circulares hacia la derecha y hacia la izquierda con su lesión de tobillo, además de doblar hacia arriba y hacia abajo y moviendo de lado a lado. Por lo general, usted comenzará a cabo lentos, a sólo 10 repeticiones de cada ejercicio a primera.


Hidroterapia Ayuda

Hacer ejercicio en la piscina es útil para rehabilitar su pierna después de una lesión en la tibia o el peroné, porque el agua reduce la presión de la gravedad en la pierna mientras que al mismo tiempo que proporciona la resistencia que le ayudará a construir la fuerza. Su fisioterapeuta puede o no tener una piscina, así que se podría recomendar algunos ejercicios que puedes hacer en una piscina pública. Estos incluyen saltos en agua a profundidad del hombro, la celebración en el lado de la piscina y patear las piernas, usando una tabla flotadora, para propulsarse a través de la piscina y correr en el agua, en el pecho o en el hombro.
Bibliografía
(s.f.). Obtenido de http://www.ratser.com/ejercicios-de-rehabilitacion-para-una-fractura-de-tibia-o-perone/

(s.f.). Obtenido de http://www.ironcrowns.com/articulos/2010/04/16/fractura-de-tibia-y-perone-como-tratar-esta-lesion/