Cuando el tendón rotuliano se rompe lo hace frecuentemente de forma
completa y brusca. Lo más frecuente es que el paciente note un dolor fuerte y
agudo. A veces se escucha el desgarro del tendón. A partir de ese momento no se
puede ni caminar. En pacientes veteranos es más común la Rotura del Tendón del
Cuadriceps, es decir una rotura del aparato Extensor por encima de la rótula.
Se ha evidenciado degeneración del tejido del tendón como factor
fundamental que favorece la lesión. El término para denominar esta degeneración
es tendinosis.
Un traumatólogo con experiencia puede diagnosticar la rotura simplemente
con la historia que relata el paciente y la exploración física, donde puede
notarse un ascenso de la rótula. Aún así se hace rutinariamente ecografía o resonancia magnética para conocer exactamente cómo está el tendón
roto.
El tratamiento quirúrgico es el más satisfactorio. En casos de pacientes
con muchos riesgos que contraindiquen que el paciente pase por el quirófano el
tratamiento consiste en la inmovilización (unas 6 semanas) y posterior
rehabilitación de la fuerza.
La gran mayoría de los pacientes son operados. La reparación abierta es
la técnica que ofrece unos mejores resultados de cara a la vuelta al nivel
previo de ejercicio. Casi siempre la rotura se encuentra muy próxima al hueso
de modo que se hace una reparación a ese nivel, reanclando el tendón al polo
inferior de la rótula, y reforzando de diferentes maneras esa zona. En algunos
enfermos con gran degeneración o desestructuración puede ser necesario utilizar
injertos o plastias con algún tendón próximo como el semitendinoso.
La rodilla se inmoviliza unas semanas y posteriormente la rehabilitación
es fundamental para conseguir un buen resultado.
Entre las complicaciones existen las postoperatorias (infección,
trombosis, dehiscencia herida) y las tardías (reruptura, pérdida de fuerza o
limitación de la flexión de la rodilla).
Existen algunos casos en los que la rotura no se detectó o trató
adecuadamente inicialmente, les llamamos roturas crónicas, y la técnica
quirúrgica es similar, siendo necesario en este caso con más frecuencia el uso
de injertos o plastias con tendones adyacentes.
Después de la cirugía
Inmediatamente después de la cirugía, su médico
probablemente poner su pierna en un aparato ortopédico especializado o yeso. En
las 2 semanas después de la cirugía, los ejercicios se pueden prescribir, como
mover el tobillo hacia atrás y adelante para estimular la circulación de la
pierna y ayudar a prevenir los coágulos de sangre. De pie con muletas con su
dedo del pie tocando el suelo le ayudará poco a poco se acostumbra a poner más
peso sobre la pierna. Después de 6 semanas, debe ser capaz de poner todo su
peso sobre la pierna. Su fisioterapeuta puede recomendar ejercicios que
implican apriete los cuádriceps e isquiotibiales para comenzar el
fortalecimiento sin mover la rodilla.
Moción Temprana
Después de la cirugía, su médico puede recomendar un plan
de tratamiento "a principios de movimiento", lo que permite
ejercicios de movimiento con mayor rapidez que las primeras 6 semanas después
de la cirugía. Los ejercicios incluyen tirando el pie un poco hacia atrás
mientras está sentado para estirar la parte frontal de la rodilla o levantar la
pierna para enderezar la rodilla.
De seis a 12 semanas después de la cirugía
Si su médico recomienda un enfoque tradicional a la
rehabilitación, que puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos
isquiotibiales y los cuádriceps y para mejorar el movimiento de la rodilla, a
partir de las 6 semanas después de la cirugía. Esto puede incluir la pierna
recta plantea, donde usted se sienta en el suelo y levante lentamente la pierna
del suelo. Su fisioterapeuta también puede recomendar ejercicios de
entrenamiento de la marcha para ayudarle a comenzar a caminar sobre la pierna
afectada. Es posible que aún tenga que usar una rodillera o mantener la rodilla
inmovilizada durante un periodo de tiempo para mantener la articulación
estable, sobre todo cuando se empieza a caminar.
12 semanas y más allá
Después de haber llegado a la marca de los 3 meses después
de la cirugía, su fisioterapeuta puede recomendar ejercicios que mejoran el
equilibrio. Por ejemplo, usted puede estar de pie sobre una pierna sobre una
almohada mientras se mantiene el equilibrio. Fortalecimiento del cuádriceps
ejercicios como sentadillas y las estocadas también se puede recomendar.
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